lunes, 18 de junio de 2012

Diálogo 7.7


En consecuencia, tanto las preguntas como el que las plantea no son más que pensamientos.

Las preguntas surgen cuando la atención se centra en el relato mental.

Y nosotros sólo nos percatamos de ello.

En ese momento, existe el “percatarse”.

Cabe suponer que parte de ese “percatarse” corresponde al hecho de que las cosas parecen cambiar y, si no me equivoco, ésa es la paradoja: que la mente se explica el hecho de que las cosas parecen cambiar inventándose el tiempo psicológico.

Todo cambia –ésa es la naturaleza del guión, del contenido de la consciencia- pero no existe ninguna mente que cree nada. Existe la consciencia y el contenido que aparece en el presente, en el que se incluyen los pensamientos que parecen constituir la mente. Esos pensamientos son la información sobre un pasado y un futuro inexistentes que dan cierta sensación de duración: la prolongación de un “estar fuera” del presente.

Nathan Gill

domingo, 10 de junio de 2012

Diálogo 7.6


Nathan, ¿sientes curiosidad por lo que pasará cuando tu cuerpo muera?

Este cuerpo está aquí y ahora y no está “muerto”. Preocuparse por la muerte es apartarse del presente. Como parte del guión, podríamos tener una interesante conversación sobre la muerte pero eso conllevaría darle validez al “yo” y pasarlo por alto. Esas conversaciones suelen versar sobre “mi” muerte como un acontecimiento que se proyecta en el futuro y que le sucederá a un personaje surgido de la identificación con el “yo”, pero tu verdadera naturaleza es Unidad.

A veces pienso que es como si este cuerpo pudiera acceder a un tipo de sabiduría que la mente no parece poder alcanzar.

El cuerpo no sabe nada de la muerte. El cuerpo es algo que aparece en la consciencia en el momento presente.

Por tanto, ¿eso de que el cuerpo es “sabio” no es verdad?

Sí, pero es presente: no depende del tiempo. Lo que tú llamas “mente” no es más que una corriente aparente de pensamientos. Por tanto, todas esas cosas de que el cuerpo muere y demás no son más que pensamientos que surgen en la consciencia del presente. Obviamente, cuando uno se sumerge en el pensamiento, hay todo tipo de curiosidades y se inventa un futuro en el que se producirá la muerte. Sin embargo, lo único que existe es el presente: esta presencia, consciencia y contenido, junto con una conversación sobre la muerte. Si nos entretenemos con estas preguntas, no haremos sino jugar con los pensamientos. En un encuentro como éste, se nos recuerda constantemente nuestra verdadera naturaleza y todos los relatos mentales quedan desenmascarados a medida que van brotando.

Nathan Gill

Diálogo 7.5


También está la idea de que debe existir algo más allá de este mundo…

Sí, ésa es otra forma de proyección porque ese “otro mundo” no aparece como contenido actual de la consciencia sino que es una idea, un pensamiento. No hay ningún otro mundo: no hay más que el contenido presente de la consciencia cuya configuración cambia constantemente.

No es como decir que no hay…

Cualquier cosa puede surgir en la consciencia. Puede surgir cualquier “ámbito” pero no será más que una disposición distinta de imágenes que aparecen en el decorado del momento presente.

¿Sería apropiado decir que hay que reconocer lo corriente para poder ver lo extraordinario?

No, no sería apropiado decir eso. (SE ríen.)

Imaginaba que dirías eso.

No hay ningún tipo de calificativo.

Sólo existe Lo-Que-Es.

Sí.

Nathan Gill

Diálogo 7.4


Por tanto, el pensamiento “La mente se ha cansado” sólo es un concepto más.

Sí, el término “mente” se refiere a la inmersión en la corriente de pensamientos pero, cuando queda desenmascarada, resulta evidente que la mente sólo es un fantasma.

Sin embargo, no hay ninguna necesidad de deshacerse de los pensamientos, evidentemente: simplemente se reconoce que son un elemento natural del decorado. Se “sabe” que ese aparente flujo de pensamientos no es más que una serie de pensamientos unitarios que aparecen y desaparecen, igual que una hélice, cuando gira, da la sensación de ser un objeto circular aunque, en realidad, no sea más que varias aspas. No existe una entidad concreta llamada “mente” pero, cuando no se ve de forma objetiva y se le pone ese nombre, es porque consideramos a ese aparente torrente de pensamientos “mi” mente… “mi” vida, “mi” historia.

La gran epopeya…

Todo resulta evidente. Si ahora nos pusiéramos a hablar sobre lo que llaman “el Despertar” y a decir que es algo que sucederá en un futuro, que Nathan ya lo ha conseguido (que ha “despertado”) y que no existe ya en todos y cada uno de los personajes en forma de los cuales se manifiesta la Conciencia, el Despertar se convertiría en una especie de zanahoria de oro que estaría colgando constantemente delante de nosotros y que nunca llegaríamos a alcanzar. En la película, un Despertar que se proyecta en un futuro sirve para fomentar el embelesamiento: el hecho de que se continúe inmerso en los pensamientos en forma de autoconciencia psicológica.

Nathan Gill

Diálogo 7.3



Por alguna razón, la mente se ha cansado y ya no hay más preguntas. “La mente se ha cansado”… Pero no hay mente, ¿no?

No hay mente.

Entonces, ¿cómo se puede cansar?

No hay mente, así que no se cansa. En esta película, ese aparente flujo de pensamientos al que tú te refieres con la palabra “mente” puede dar la sensación de embelesarte menos. Se ha desvelado que se trata de una película y se descansa en la Unidad. Aunque parezca que ese proceso se ha producido en el personaje, en “alguien”, en realidad ese personaje nunca ha tenido vida. No es más que un cuento, mientras que la Conciencia –o Unidad- siempre ha estado presente y completamente despierta. Este reconocimiento de nuestra verdadera naturaleza adopta la forma de una escena en una película. Sólo existe la película en la cual y en forma de la cual se aparece.

Nathan Gil