sábado, 2 de julio de 2011

Diálogo 3.12


Lo más divertido de todo esto es que –si es verdad (como me está empezando a parecer que es) que cada momento es una invitación para ver eso- al mismo tiempo que vas como un loco de un lado para otro haciendo esto o aquello, en cada instante siempre hay algo que te dice:”¡Párate y mira!”.

Claro, ese mensaje se cuela entre toda esa prisa: se cuela en el juego de recordarnos nuestra verdadera naturaleza.

Yo me he llegado a sentir exhausto de tanto buscar y no encontrar nada. Me he sentido absolutamente agotado, harto, hasta diría que deprimido, porque me daba cuenta de que nada de esto tiene ningún sentido, pero continuaba, aunque no se me desvelaba nada: seguía esperando a que se produjera algún tipo de Despertar.

Siempre se hace una proyección hacia el futuro, aunque sea de forma sutil, como el juego de la espera.

No me refiero a sumirme en la dicha suprema… aunque también debo decir que ese “desahogo”, esa “facilidad”, esa sensación de permitir que penetre en tu vida la belleza de todo lo que sucede a tu alrededor –de abrazarlo, por así decirlo- no se me ha ocurrido nunca. Hace muchos años que no siento nada así. Supongo que eso también formará parte del guión pero, en el fondo, sigo creyendo que, si no consigo algo, a menos que esté a lo mío –igual que todos los demás, que parecen estar a lo suyo- habré fracasado.

Al identificarnos con el personaje, nos parece que nosotros hacemos todas las cosas porque las ideas surgen junto con las acciones. El guión nos dice que “yo estoy haciendo tal cosa” mientras que, en realidad, las imágenes aparecen proyectadas en la pantalla y el relato mental discurre simultáneamente.

Me acabo de dar cuenta de lo que acabo de hacer al hablar: me he dividido en dos al decir “yo” o “mi experiencia”. Sin embargo, eso sólo sucede dentro de la película, donde parece que hagamos eso.

Sí, ahora bien, cuando se acaba el juego de la búsqueda, no importa que se utilicen los términos “yo”, “mí” o “mío”, porque ya no hacen referencia a la identificación con el personaje.

Lo personal.

Exacto.


Nathan Gill