martes, 15 de noviembre de 2011

Diálogo 5.2

¿La comprensión intelectual de que “Lo único que existe es lo que se está manifestando ahora mismo en la consciencia” no podría ser una idea, una teoría, una opinión, una creencia o una fe, por así decirlo, porque se vivencia ese “saber” innato?

Ese “saber” innato, que es nuestra verdadera naturaleza y que, inicialmente, se introduce en el guión en forma de reflejo en los pensamientos, es lo que llamamos comprensión. La comprensión intelectual es un proceso aparente del guión de la vida mientras que “saber” es esto, aquello donde y en forma de lo cual se plasma el guión. “Saber” es Unidad, libre de cualquier necesidad de conceptos y de significados.

Aquí, en este binomio cuerpo-mente, hay algo que está cada vez más convencido de que eso es así, algo que lo “experimenta”. Sin embargo, también hay algo que dice: “Puede que te estén lavando el cerebro porque te interesan mucho estos temas”.

Esa duda se desmorona cuando se está en el presente, con sus dos aspectos de consciencia y de su contenido brotando en el momento presente, que no pueden refutarse. Además, no se necesita que se crea en ellos. Cuando la atención deja de centrarse en lo que se comprende y en las creencias –todo lo cual forma parte del proceso del embelesamiento con el contenido-, lo que hay es descanso en forma de presente: lo único que existe, en realidad, en todo momento aunque, sencillamente, pasa desapercibido.

Puede que se perciba que hay consciencia, que toda esta identificación con el “yo”, que embelesa, se da porque el contenido aparece en la consciencia en este momento. Hay consciencia, ahora mismo, y su contenido surge integra y simultáneamente con ella: no requiere que se crea en nada particular.

De acuerdo. Por tanto, un pensamiento como: “Quizás existe el alma o algún tipo de desarrollo personal, algún tipo de evolución espiritual” equivale a pensar algo como: “No sé si he dejado puesto el freno de mano en el coche”.

Sí, con la salvedad de que el pensamiento: “No sé si he dejado puesto el freno de mano en el coche” es un poco más útil que el otro pensamiento porque ¡te puede llevar a comprobarlo antes de que tu coche se estrelle con el que está aparcado delante! (Todos ríen.)

Nathan Gill