martes, 15 de noviembre de 2011

Diálogo 5.1 Julio. East Sutton (Kent). Retiro de un día

Cuando hablas, suceden otras cosas. Se producen espacios entre las palabras. Siento una espaciosidad que se apodera de mí, y me resulta difícil fijarme en lo que dices. Tiendo a pensar que mi verdadera naturaleza es esa quietud pero ¿y si sólo es una experiencia más?

En ausencia del “yo” hay quietud. Entonces, reaparece el “yo” y proclama que él ha tenido una experiencia de quietud. En realidad, lo único que existe es el hecho de experimentar, de saber, de ver, lo cual es “quietud”, aunque también lo es la aparición del “yo” como parte del decorado de la obra teatral de la vida.

Por tanto, la quietud no es una experiencia pero tampoco es otra cosa. Sólo existe el hecho de experimentar –sin ningún sujeto que lo experimente- lo cual equivale, sencillamente, a “lo que es”, y ello incluye también cualquier aparición que haga el “yo” con su configuración actual.

Pero uno tiende a querer quedarse en esa espaciosidad.

Sí, pero también puede suceder que, cuando uno se da cuenta de que surge ese deseo de quedarse ahí, el “yo” ya se haya recuperado en lugar de seguir desenmascarado.

Nathan Gill