Hablamos de “consciencia” pero eso también es un concepto, obviamente.
Ahora
mismo, hay consciencia: existe el hecho de constatar que hay una pared,
un cuerpo, un pensamiento. A ese “constatar” se refiere el concepto de
“consciencia”. Como la consciencia no tiene ninguna cualidad, pasa
desapercibida. La consciencia es lo que ahora mismo esta mirando y
aquello que está constatando: el aspecto de consciencia de tu verdadera
naturaleza. Ese hecho de constatar y aquello que se constata no son
conceptos: están en el presente, son evidentes. Recurrir al pensamiento,
por tanto, no es necesario.
Entonces, ¿es casi como crear el hábito de observar al “yo”?
Como
parte de la película, puede que se establezca el “hábito” de observar
al “yo” pero, evidentemente, en el guión, el desarrollo de ese hábito no
es más que el reconocimiento de que tu verdadera naturaleza es Plenitud
que se introduce de esa manera en el guión: con la forma de un relato
en el que hay un personaje que observa algo.
¿Y tú lo revistes de un cuento?
“Tú” eres el cuento.
Nathan Gill