martes, 22 de noviembre de 2011

Diálogo 5.5

Cuando dices: “Las cosas simplemente suceden”, a mí me da la sensación de que le pasan a “alguien” y también de que, en cierto modo, juego un papel decisivo en cosas como, por ejemplo, coger el coche y conducir. Ahí se siente claramente un “yo”.

Sí, esa clara sensación del “yo” es el sentido funcional de la existencia que surge a diario en conjunción con la ubicación del cuerpo con el fin de que nos podamos desenvolver en la vida cotidiana de la película. El “yo” del que solemos hablar aquí es el pensamiento del “yo” que, al asumirse como propio, constituye la base de la autoconciencia psicológica que es, a su vez, el relato de una vida que se prolonga en el pensamiento, en el tiempo.

A veces sí que lo “veo” así.

Sí, ese “ver” puede ir y venir: es probable que el “yo” siga apareciendo y desapareciendo porque ésa es la naturaleza del guión de la vida. El “yo” puede desaparecer completamente o, simplemente, quedar desenmascarado: todo eso es la película.
Como parte del guión, puede haber un impulso por investigar ese “yo”: entonces, se observa que no es más que un pensamiento, una idea; que la vida de ese personaje que parece prolongarse en el tiempo, en realidad, no existe fuera del momento presente. El presente –o la presencia- es tanto la consciencia como su contenido.

Nathan Gill