sábado, 5 de marzo de 2011

Diálogo 2.4


El pensamiento de “mí”.

Sí, el “mí”: como parece surgir junto con este cuerpo de aquí y no ése de allí, se asimila automáticamente como parte integrante de la vida del cuerpo, sin ponerlo en duda. Es como ponernos un abrigo y olvidarnos que lo llevamos puesto.

El pseudosujeto.

Exacto. Cuando aparece el pensamiento del “yo” –en conjunción, aparentemente, con este cuerpo en particular-, aparece el pseudosujeto, aunque no es real. Es lo que se llama “autoconciencia” psicológica. Por eso, este pensamiento del “yo” es como un abrigo y, desde el punto de vista del pseudo sujeto, todos los demás pensamientos que surgen se convierten en “mis” pensamientos.

Es decir, se vuelve dual: sujeto-objeto.

Sí pero, en realidad, no existe ningún “sujeto-objeto” ni ninguna dualidad. Recuerda que no estamos utilizando nuestros conceptos de consciencia y contenido de la consciencia en el sentido del binomio sujeto-objeto porque, como aspectos de la Totalidad son inseparables.

Nathan Gill